dijous, 12 d’abril del 2012

Casi 35,6 millones de personas en el mundo padecen demencia

Casi 35,6 millones de personas en el mundo padecen demencia; en 2030, esta cifra podría duplicarse afectando a 65,7 millones de personas; y en 2050, se triplicaría llegando a 115,4 millones. Así de contundente se muestra el informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por Alzheimer's Disease International. Según infora la ONU en nota de prensa, este informe titulado "Demencia: una prioridad de salud pública", recuerda que se trata de una pandemia sin fronteras y que representa un coste de tratamiento elevadísimo. "Tratar y ciudar a las personas afectadas por una demencia en el mundo cuesta actualmente más de 604 mil millones de dólares anuales. En esta cantidad, se engloba la oferta sanitaria, la asistencia social y la reducción o pérdida de ingresos por parte de los enfermos y de las personas que los cuidan". Dificultad de diagnóstico El informe hace referencia a las dificultades de diagnóstico como "un problema mayor". Por ello, el doctor Oleg Chestnov, subdirector general de la OMS para las Enfermedades no Transmisibles y de Salud Mental, recomienda dirigir las actuaciones del sector sanitario hacia la mejora del diagnóstico precoz, la sensibilización social sobre la enfermedad y reducción de su estigmatización, y ofrecer una atención de mejor calidad, así como un apoyo suplementario a las personas que prodigan los cuidados. "Incluso en los países con ingresos elevados, sólo se diagnostica entre una quinta parte y la mitad de los casos de demencia. Cuando el diagnóstico se realiza, la enfermedad se encuentra en un estado avanzado", indica la nota de prensa. La falta de formación para emitir un diagnóstico adecuado es uno de los factores que influyen en la extensión de esta enfermedad, pero la escasa información y comprensión necesaria sobre la demencia complican aún más las cosas. "Esta situación alimenta la estigmatización que contribuye al aislamiento social de la persona afectada y de aquellos que se ocupan de su cuidado, lo que provoca el retraso en la detección de la enfermedad, en la asistencia sanitaria y en el apoyo social", indican los autores. Según el director ejecutivo de la federación Alzheimer's Disease International, Marc Wortmann, "la sensibilización social está muy limitada en lo concerniente a la demencia, sus síntomas, la importancia de obtener un diagnóstico y la ayuda disponible para los enfermos. Es absolutamente necesario elevar los niveles tan débiles de sensibilización y reducir drásticamente los prejuicios asociados a esta enfermedad". Atención y dificultades económicas Reforzar la atención y cuidados es una prioridad para la OMS, que señala que en todas las regiones del mundo, la mayoría de los cuidados se realizan por ayudantes no profesionales, como familiares y amigos. la falta de profesionalidad conlleva un doble peligor. Por una parte, la inadecuada atención del enfermo. Por otra, el riesgo que corren estas personas de adquirir problemas mentales asociados con la deprensión y la ansiedad. Otra de las consecuencias de la demencia es la pérdida de dinero en la economía doméstica por tener que abandonar un empleo, trabajar menos horas o realizar un trabajo menos exigente que permita cuidar a algún miembro de la familia con demencia. Recomendación Los autores del informe recomiendan implicar a los cuidadores en programas específicos que permiten mejorar su situación y la de los enfermos. "Los servicios comunitarios, por ejemplo, pueden constituir un apoyo valioso, en países de altos y bajos ingresos, retrasando la necesidad de ingresar al afectado en centros de atención onerosos. Por otra parte, indican, la formación del personal sanitario debe tener más en cuenta la demencia y las competencias adquiridas para ofrecer cuidados clínicos y a largo plazo.