dilluns, 17 de gener del 2011

Ya se puede elegir médico, pero a ciegas

Elisa sufre artrosis de rodilla desde hace tiempo. Su médico de familia ha decidido que ha llegado la hora de que valore su situación un traumatólogo. A sus 55 años, esta mujer está acostumbrada a seguir al pie de la letra las indicaciones de los facultativos. Ahora, por primera vez en su vida, tiene la oportunidad de participar en su proceso terapéutico. Reside en la Comunidad de Madrid, donde los pacientes pueden elegir especialista y hospital desde diciembre del año pasado.
Felisa puede dejar que sea el propio sistema sanitario el que le asigne directamente un médico de su zona, pero le gustaría ejercer su derecho a escoger. ¿Cómo puede informarse? De pronto, recuerda que su cuñada contaba maravillas sobre el traumatólogo que la atendió. No obstante, su problema era diferente: sufrió una rotura de cadera. La web sobre libre elección sanitaria que ha puesto en marcha el Servicio Madrileño de Salud tampoco le saca de dudas. De momento, sólo consigna datos muy generales, como los reingresos que se producen en cada hospital o la satisfacción de los pacientes en términos globales.

Información detallada
Todo llegará, aseguran los entendidos en administración sanitaria. Los pacientes madrileños disponen, para bien o para mal, de un privilegio que, hoy por hoy, está vetado al resto de los españoles. La mayoría de las autonomías permite elegir, como mucho, al médico de familia y al pediatra. Por eso, aún nos queda mucho que aprender de otros países. Tal y como expone Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, "si no se ofrecen datos clínicos, los cambios sólo se harán por una mala relación entre el médico y el paciente o por un cambio de domicilio".

El experto cita el ejemplo del Reino Unido, donde existen "diferentes webs que muestran resultados más específicos, como la mortalidad de los pacientes atendidos por un determinado servicio y especialista".

Del Llano señala que en España "aún no existe el hábito de hacer públicos este tipo de datos y la sociedad tampoco lo exige". En cambio, en otras naciones, y gracias a la poderosa ayuda que proporciona internet, la transparencia se impone cada vez más. Al fin y al cabo, ser tratado en el mejor hospital, con los últimos avances y por los especialistas más preparados puede ser crucial en ámbitos como la cirugía cardiaca o la oncología.

En muchos estados donde se puede escoger facultativo son los propios centros sanitarios los que hacen públicos sus indicadores de salud, ya que los hospitales con mejores resultados reciben más recursos. Esta información se completa con la que aportan "páginas web independientes, encargadas de hacer rankings", precisa del Llano. Con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, este analista prevé la inclusión de la libre elección de especialista y de hospital en algún que otro programa electoral. "Es una medida con un gran calado social y tirón electoral", asegura.

Tanto Madrid como el resto de las comunidades que se animen a otorgar el poder de elección a los pacientes pueden tomar nota de las experiencias de Holanda, Dinamarca, Alemania, Reino Unido y Suecia. Los portales con información hospitalaria de estos cinco países fueron recientemente analizados por la consultora Health Consumer Powerhouse.

Pero no todo es perfecto, ni siquiera entre los más veteranos en estas cuestiones. La calidad de los tratamientos, las listas de espera, la experiencia de los pacientes y la satisfacción de las personas atendidas son, a juicio de los autores del estudio, los pilares sobre los que debe asentarse la información que se ofrece. Pues bien, ninguna de las citadas naciones cumple en su totalidad los cuatro criterios. Algunas webs ofrecen pocos datos. Otras se sitúan en el extremo contrario y aportan tal profusión de indicadores de salud que el usuario se ve desbordado y desprovisto de herramientas para discernir qué cuestiones son importantes y cuáles totalmente accesorias.