dimecres, 4 de novembre del 2009

Inyecciones en lugar de cirugía para los pólipos de la garganta

Isabel Pantoja, Rosa (de OT), Mick Jagger o Bill Kaulitz, del grupo Tokio Hotel, comparten un epígrafe en sus historiales médicos. Todos ellos han pasado por el quirófano para librarse de un pólipo en las cuerdas vocales, una afección incómoda, aunque benigna, que, sin embargo, requiere anestesia general y pasar por el bisturí. Pero el tiempo de la cirugía puede estar tocando a su fin si prospera la iniciativa de un grupo de investigadores taiwaneses, que han tratado con éxito estas lesiones mediante una inyección de corticosteroides.

El procedimiento es sencillo. Primero se aplica la anestesia local gracias a un spray de lidocaína. Después, con el paciente sentado y un nasofaringoscopio introducido en la laringe para observar el campo de trabajo, se introduce una jeringuilla a través del cuello –justo por encima del cartílago cricoides- hasta alcanzar la base del pólipo y se inyecta un corticosteroide (en este caso, triamcinolona acetónido), un tipo de antiinflamatorio.
Yen-Bin Hsu, de la Universidad Nacional Tang-Ming en Taipei (Taiwán) y sus colegas eligieron a 24 individuos que presentaban uno de estos pólipos para llevar a cabo este primer ensayo. En 22 casos (92%) este proceso se llevó a cabo de forma satisfactoria. La duración de la intervención fue de unos 20 minutos.
De los pacientes tratados, cinco vieron desaparecer sus pólipos en el mes posterior a la inyección y 13 después de tres meses. Transcurrido medio mes, no se observó ningún cambio sustancial en los participantes salvo en dos, cuyas lesiones reaparecieron a los seis y nueve meses, respectivamente.
Los pólipos laríngeos suelen aparecer por traumas causados por la fonación, en la mayor parte de los casos por un uso excesivo o erróneo de las cuerdas vocales. "A pesar de que algunos pólipos de pequeño tamaño se resuelven con un tratamiento conservador, normalmente, otros no cambian en tamaño en respuesta a la terapia con la voz", señalan el trabajo publicado en la revista 'Archives of Otolaryngology-Head and Neck Surgery'.
Los corticosteroides, como alternativa a la cirugía para tratar estas lesiones, suponen ciertas ventajas. En primer lugar, se evitan los riesgos de la anestesia general y se reduce el tiempo quirúrgico y el hospitalario, además del gasto sanitario. Por otro lado, no existen cicatrices y permite intervenir a pacientes que no son candidatos a la cirugía, como aquellos con un reflejo del vómito o con lesiones cervicales. En caso de que sea necesario, se puede administrar una segunda inyección.
"En conclusión –señalan los autores- la PCI [inyección percutánea de corticosteroides] es un procedimiento práctico, mínimamente invasivo y con poca morbilidad. Esta técnica ahorra un tiempo muy valioso y es costo-efectiva. Ofrece una alternativa simple y aplicable a la cirugía microlaringoscópica estándar".