dimarts, 13 de gener del 2009

No piense en programar la cesárea antes de la semana 39 de embarazo


Las cesáreas selectivas, las practicadas sin un motivo médico que las justifique, son un problema creciente en las sociedades occidentales. Impedir que un niño nazca de forma natural tiene consecuencias negativas para su salud. Especialmente, según asegura un estudio estadounidense, si estas intervenciones se realizan antes de la semana 39 y después de la 40 de gestación.

La tasa de cesáreas aumentó entre 1996 y 2006 algo más del 10% en Estados Unidos. Buena parte de este crecimiento obedeció a que tras un primer parto con este procedimiento los médicos lo escogen de nuevo en los siguientes embarazos.
Pero algunas intervenciones, advierte un trabajo en 'The New England Journal of Medicine', se realizan antes de lo apropiado. Tal y como han confirmado estudios recientes, la madurez del feto parece ser una cuestión diaria y cada semana es necesaria para que el niño nazca lo más sano posible. Lo ideal es que el bebé permanezca en el seno materno hasta completar la 39, ya nazca por parto natural o por cesárea.
Esto es lo que se desprende del estudio, en el que se analizaron datos de más de 13.000 mujeres que se sometieron a una intervención selectiva. El objetivo era establecer los riesgos que tiene sobre los recién nacidos en función del momento en el que se practica, una cuestión «con un importante y creciente impacto sobre la salud pública», aseguran los autores.
El 35,8% de los procedimientos analizados se practicó antes de completar la semana 39, «a pesar de que las guías obstétricas recomiendan esperar a que ésta finalice», subraya un editorial que acompaña el trabajo. En estos casos, la probabilidad de que se produjera algún problema era mayor que cuando se realizaba al concluir dicha semana, incluso cuando el niño nacía solo tres o cuatro días antes de su fin.
Los partos por cesárea se han relacionado con una mayor tasa de mortalidad, de problemas respiratorios, estancia en cuidados intensivos, además de con mayores riesgos para la salud materna y un elevado gasto sanitario. Según el estudio, el riesgo de que surgieran estas complicaciones en la semana 37 fue de un 48%, y para la semana 38 de un 27%. Significa que estos problemas podrían evitarse al retrasar la cesárea hasta completar la 39.
La incidencia de estas complicaciones también era superior a partir de la semana 41, «dejando una ventana de dos semanas de riesgo mínimo en la que las cesáreas selectivas pueda practicarse de forma óptima», explica Michael F. Greene, del departamento de ginecología y obstetricia del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), en el editorial.
Las mujeres que dieron a luz antes de la semana 39 solían tener un seguro privado y eran más favorables a que sus médicos de confianza les atendieran el parto. Muchas veces, este deseo es la razón de que se programen las cesáreas, además de la voluntad del especialista de contentar a su paciente, denuncia Greene.
En España, las cesáreas son también más frecuentes en los centros privados. En 2005, en Madrid la tasa de partos por cesárea se situó en el 25,9%. Mientras que en el ámbito público el porcentaje fue del 21,1%, en el privado alcanzó el 34,9%. El dato más relevante fue que al analizar las intervenciones sin factores de riesgo que las justificaran, la tasa fue de un 5,2% de la pública frente a un 20,1% de la privada.