dimarts, 20 de maig del 2008

Estudian los efectos de la marihuana en la esclerosis múltiple

La utilización terapéutica de los componentes de la marihuana para diversas enfermedades ha ido creciendo en protagonismo en los últimos años, desde que, en 1990, se caracterizó el primer receptor endocannabinoide -CB1–.
Entre la comunidad científica existe el convencimiento de que es un componente por explotar y que podría generar buenas noticias para pacientes con la calidad de vida muy mermada.
España es uno de los países más activos en la investigación de esta vía, como lo demuestra el hecho de que exista la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides .

Su vicepresidenta, la investigadora del CSIC Carmen Guaza, anunció ayer nuevos avances en el estudio de los efectos de los componentes de la marihuana en la esclerosis múltiple.
Sus hallazgos podrían llevar al desarrollo de nuevas dianas terapéuticas para la enfermedad, un trastorno que consiste en la pérdida progresiva de la mielina o vaina que recubre los nervios.
Según explicó a Público Gauza, ya se había observado que la marihuana mejoraba la sintomatología de la esclerosis múltiple. “Nuestra investigación no se centra en el tema paliativo, va más allá; tratade descubrir las bases celulares y moleculares de dicho efecto y de buscar dianas que incidan en el sistema endocannabinoide”, comenta la investigadora.
El equipo de Gauza lleva años realizando investigación básica –en laboratorio– sobre el papel de los cannabinoides en esta enfermedad; en concreto, su efecto sobre el receptor CB2, que se localiza sobre todo en el sistema inmunológico –al contrario que el CB1, que está en las neuronas–.
Pero su último hallazgo, pendiente de aparecer publicado en la revista Journal of Neuroscience, demuestra en ratones que un endocannabinoide inhabilita las proteínas IL-12 y IL-23, implicada en la inflamación crónica y los procesos autoinmunes.
El último experimento que han desarrollado ha mostrado que al activar el receptor CB2 en un modelo animal se observaba una mejoría motora. Pero la interpretación de este hecho va más allá. Explica Gauza: “Si valoramos la médula, donde se observan niveles más altos de desmielinización, nos damos cuenta de que los niveles de inflamación están más bajos”.
La autora, no obstante, opta por la prudencia: “Aún si se demostrara en humanos, serían necesarias estrategias combinadas de terapia”.