dilluns, 18 de maig del 2009

Un simulador del aparato digestivo

Cómo absorbe el organismo los nutrientes? ¿Qué componetes alimenticios interaccionan entre sí y qué consecuencias se desprenden de ello? Un simulador del aparato digestivo intenta aclarar estas dudas para, en último término, lograr que los alimentos cumplan todas las funciones salusables que pueden desempeñar.
El apodado 'Digestor Dinámico In Vitro', desarrollado por 'ania centro tecnológico', se centra en el proceso de biodisponibilidad. Es decir, en cómo se absorben los nutrientes, de qué forma se pierden y el uso que el organismo hace de ellos.

La máquina simula el intestino delgado y el estómago, así como los procesos que se ponen en marcha desde la ingesta del primer bocado. "Además de evaluar la cantidad de compuestos seleccionados para un alimento que absorbe el organismo, identificará de forma precisa las interacciones entre nutrientes. Por ejemplo, la posible influencia negativa de la fibra para la absorción de minerales", apuntan los fabricantes.
Las propiedades de las verduras
La primera línea de investigación que se va a iniciar con el dispositivo consistirá en estudiar las propiedades de las verduras y las legumbres (como espinacas o lentejas). Se intentará ver cómo se comportan los distintos minerales a su paso por los distintos 'peajes' del aparato digestivo.
Sus creadores, un equipo multidisciplinar en el que destacan los ingenieros, explican todas sus propiedades. "Reproduce de forma parecida las condiciones naturales del tracto gastrointestinal humano [...] y sus características principales: la temperatura, los movimientos peristálticos, la regulación de acidez a través de la simulación de pH gastrointestinal, la incorporación de enzimas gastrointestinales, la simulación del tiempo de tránsito intestinal, la monitorización de jugos gástricos e intestinales o la absorción de nutrientes".
Por tanto, como sucede en el organismo humano, en una primera fase el prototipo reproducirá la llegada del bolo alimenticio al estómago y las contracciones y secreciones gástricas que lo fluidifican. Estos movimientos se consiguen mediante la entrada y salida de agua en la máquina.
La siguiente etapa ya tiene lugar en el intestino, donde también hay contracciones y secreciones para proseguir con la digestión. El organismo comienza a asimilar los nutrientes y, por último, éstos pasan a la sangre desde donde se distribuyen a las distintas partes del organismo, "para cumplir su función biológica".
Pero, la utilidad del 'Digestor', que cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, no finaliza aquí. Además de la reproducción de este proceso, el aparato permite que los especialistas puedan analizar el producto final, una vez finalizado el proceso digestivo.
"Se podrán simular distintas condiciones del aparato digestivo, que varía según la edad o el sexo. También se pueden ver los efectos no sólo de los alimentos precocinados y su comportamiento en el organismo", explican desde ainia.
Alimentos funcionales
Cuando ya se haya recabado más información, una futura línea de investigación serán los alimentos funcionales. Leche baja en lactosa, bebidas energéticas o huevos enriquecidos con omega 3.
En los supermercados, la oferta y la demanda de este tipo de productos, modificados para cumplir alguna función beneficiosa para la salud, cada vez es más amplia. Por ello, el estudio detallado de los mismos se torna esencial. "En la actualidad, el concepto de 'nutrición adecuada' está evolucionando hacia el de 'nutrición óptima'. Esta evolución conlleva una serie de recomendaciones dietéticas para modificar el consumo de determinados alimentos o sus componentes", sostiene desde la empresa fabricante.