divendres, 13 de març del 2009

Una nueva herramienta podría ayudar a prevenir muertes súbitas

Un equipo de investigadores ha desarrollado una prueba que facilita la detección de las miocardiopatías arritmogénicas, la causa de muerte súbita más frecuente en deportistas aparentemente sanos.
En las personas que sufren este problema, el tejido muscular del miocardio se va sustituyendo por depósitos de grasa y fibrosis hasta dañarlo completamente, lo que termina provocando arritmias potencialmente mortales. Pese a la gravedad del trastorno, es muy difícil detectarlo antes de que sea demasiado tarde, por lo que muchos pacientes mueren sin que pueda hacerse nada por salvarles. El fallecimiento del futbolista Antonio Puerta pudo deberse a este trastorno, aunque no se ha confirmado.

Según explica a elmundo.es Araceli Boraita, jefa del Servicio de Cardiología del Centro Nacional de Medicina del Consejo Superior de Deportes, todas las pruebas que se utilizan hoy en día para diagnosticar este problema de forma precoz "tienen una sensibilidad limitada" y arrojan muchos "falsos negativos".
Desde hace un tiempo, en los casos sospechosos, además de una cardiorresonancia y un estudio genético -se han identificado mutaciones en el ADN relacionadas con el trastorno-, se realiza una biopsia indomiocárdica -la extracción de una muestra de tejido-. Sin embargo, tal como aclara Boraita, este análisis tampoco es concluyente, ya que "es posible que se extraiga una muestra de un tejido todavía sano".
La nueva herramienta, que se presenta esta semana en el 'New England Journal of Medicine' ayuda precisamente a solventar este problema, ya que es capaz de identificar la existencia de la enfermedad aun cuando los tejidos no están visiblemente dañados.
Un test muy útil
Tal como explican sus creadores en las páginas de la revista médica, analizando la presencia en la biopsia de una proteína llamada plakoglobina a través de un análisis inmunohistoquímico -una técnica para teñir las biopsias con anticuerpos- es posible detectar el trastorno. Según sus datos, la existencia de niveles de señalización bajos de la proteína es un rasgo característico de la enfermedad, por lo que su medición puede usarse como 'biomarcador' del problema.
Para llevar a cabo su investigación, este equipo de científicos -dirigidos por Jeffrey E. Saffitz, director del departamento de patología del Beth Israel Deaconess Medical Center (EEUU)- realizaron distintos experimentos. Después de comprobar que la presencia de la proteína se reducía sólo en casos de miocardiopatía arritmogénica y no en otros tipos de enfermedad cardiaca, los investigadores probaron la efectividad de la técnica en distintas muestras tanto de sujetos con una miocardiopatía arritmogénica ventricular derecha conocida como en individuos sanos.
"El diagnóstico fue correcto en 10 de los 11 sujetos cuyo problema estaba confirmado. Del mismo modo, descartamos la enfermedad en 10 de los 11 sujetos que no la padecían", explican los investigadores en su trabajo.
"Hemos desarrollado un nuevo test diagnóstico", remarcan los investigadores en su trabajo, quienes, con todo, reclaman estudios más amplios al respecto que corroboren sus resultados y analicen los mecanismos moleculares implicados.
En la opinión de Araceli Boraita, esta herramienta "puede ser muy importante para el futuro si se confirman los resultados". Sin embargo, esta especialista remarca que la prueba no serviría para descartar la enfermedad entre la población general ya que "sólo se realizan biopsias indomiocárdicas en los casos sospechosos"; esto es, en personas con un electrocardiograma alterado, una anomalía en el corazón o que hayan sufrido arritmias ventriculares, entre otros factores.