dimarts, 3 de març del 2009

Si usted tiene trastorno bipolar, vigile a su hijo


Los padres con trastorno bipolar (TB) deberían estar muy atentos a las manifestaciones de sus hijos. Un nuevo estudio alerta de que los menores con familiares directos afectados por la patología tienen más riesgo de padecer también la enfermedad o sufrir trastornos del ánimo y ansiedad.
Lola no duda de los datos del trabajo porque está viviendo esta realidad en su casa. Tiene 49 años y su diagnóstico de TB llegó hace ocho, "aunque sé que lo padecía hace tiempo. Tengo dos hijos aunque sólo uno de ellos, el de 15 años, está afectado. Yo no he tenido antecedentes familiares pero a uno de los míos sí le ha tocado".

Esta madre, miembro de la Asociación de Bipolares de Cataluña, reconoce que su hijo "al igual que yo tiene además trastorno de déficit de atención diagnosticado, pero sin hiperactividad. El problema actual es que en los menores ningún especialista diagnostica el TB antes de los 18 años. Pero en su caso ya se ha visto que tiene depresiones muy fuertes y también trastorno obsesivo compulsivo".
El TB, que en España afecta al 3% de la población, es un trastorno depresivo de larga evolución, en el que los episodios de depresión se 'alternan' con la aparición de otros episodios caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o irritable.
Boris Birmaher, del Instituto Psiquiátrico Western, en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), es el autor principal de la investigación en la que se ha comparado la prevalencia de problemas psiquiátricos en hijos de padres con TB con la de los descendientes de progenitores sanos.
"La literatura científica establece que de un 4% a un 15% de los vástagos de bipolares sufre también el trastorno en comparación con el 0%-2% de los descendientes de padres sanos", reza el trabajo, bautizado como 'Estudio de descendientes de bipolares de Pittsburgh'.
Para llevarlo a cabo, los autores reclutaron a los enfermos de TB mediante anuncios, por su participación en ensayos médicos o a través de las clínicas. El grupo control se formó con personas sin enfermedad mental del misma área geográfica de los pacientes, a los que se localizó por teléfono.
Finalmente, 388 hijos (de entre seis y 18 años) de 233 padres bipolares fueron comparados con 251 descendientes de 413 progenitores sanos.
De aparición precoz
Los datos, publicados en el último 'Archives of General Psychiatry', constatan que los descendientes de bipolares tiene 14 veces más riesgo de padecer ellos también la patología y entre dos y tres veces más posibilidades de padecer un trastorno del ánimo o ansiedad.
"Las familias en las que ambos progenitores están afectados hay más descendientes con TB que en las que sólo uno de los padres está enfermo", destacan los autores en sus conclusiones.
El trabajo refleja que "al igual que se ha apuntado en la literatura científica, una buena parte de los adultos del estudio recordaba que la patología se había manifestado antes de los 20 años, mientras que un 20% rememoró su inicio antes de los 13".
A diferencia de sus progenitores, la mayoría de los niños del estudio había desarrollado su primer episodio de TB antes de los 12 años, lo que sugiere que bien los padres son más perceptivos a los síntomas de sus hijos por haberlos experimentado antes y acuden rápidamente al médico en busca de un diagnóstico, o bien la enfermedad se manifiesta antes en las nuevas generaciones.
Si se valoran los resultados obtenidos en este trabajo, los médicos de atención primaria "deberían apoyar a las familias con trastorno bipolar. Y lo más, importante preguntar a los padres por los posibles síntomas psiquiátricos en sus hijos para propiciar su identificación precoz y la rápida intervención médica. Máxime cuando estos problemas afectan al funcionamiento diario del menor, sobre todo cuando se trata de un trastorno bipolar", comentan los autores.
Lola cree que trasladar este deseo a las consultas españolas sería un milagro porque están todos desbordados. "Incluso los profesores no pueden con los niños con problemas en sus clases. Lo que sucede es que sólo cuando trabajan psiquiatras, maestros, psicólogos y familias juntos se puede sacar a estos niños adelante y esto es por lo que se debería trabajar", defiende.
Los autores de EEUU defienden además la necesidad de llevar a cabo más investigaciones con el fin de averiguar los factores de riesgo clínicos, biológicos y genéticos que pueden ser modificados "para prevenir el desarrollo de enfermedades mentales en los hijos de padres bipolares".