dimarts, 27 de gener del 2009

Las personas con VIH en África siguen mejor la terapia que en EEUU

Son quienes más obstáculos encuentran para recibir la terapia antirretroviral pero, paradojas de la vida, una vez que los pacientes con VIH de África Subsahariana logran acceder al tratamiento muestran una mayor adherencia al mismo que los seropositivos que viven en EEUU, por ejemplo. Además de por mejorar su salud, el motivo principal por el que los enfermos toman la medicación, la adherencia en estos países es una forma de mantener las relaciones sociales.
Así lo afirma un nuevo estudio, publicado en 'PLoS Medicine', en el que los investigadores han entrevistado a 252 pacientes (un 65% eran mujeres) y cuidadores de Nigeria, Tanzania y Uganda. "Su nivel de adherencia al tratamiento es próximo al 90%, mucho más alto que en algunos países occidentales, lo que es muy destacable dadas las increíbles dificultades que atraviesan esos países", explican los autores. Estas dificultades hacen referencia a la escasez de infraestructuras y personal sanitario, a la necesidad de recorrer largas distancias para conseguir las pastillas y, sobre todo, a la falta de dinero para hacer frente a los gastos extra, como el transporte.

¿Por qué, entonces, siguen la medicación tan a rajatabla? Los propios entrevistados dan la respuesta. Además de mejorar su estado, algo que notan desde el primer momento, seguir la terapia es una forma de conservar las relaciones y las amistades. Para animarles a tomar las medicinas, estos pacientes suelen contar con la ayuda de trabajadores sanitarios locales y con una persona de confianza designada por el propio seropositivo. Los primeros reciben un sueldo por observar que el tratamiento se está tomando correctamente, ofrecer consejos y ayuda nutricional y, en general, por ejercer de intermediarios entre las clínicas y los enfermos. Los segundos, amigos o familiares, animan al paciente, les recuerdan cuándo deben tomar los fármacos y les prestan dinero cuando lo necesitan.
De esta forma, se crea una red de relaciones en las que los ayudantes quieren ver que su labor sirve para algo y en la que el individuo con VIH quiere cumplir las expectativas creadas y no decepcionar a sus colaboradores, lo que contribuye al éxito del tratamiento.
"Los pacientes sudafricanos deben hacer elecciones muy difíciles, como por ejemplo decidir ir a por las medicinas o guardar el dinero que se gastará en el transporte para comer. En ocasiones, ingieren los fármacos en ayunas, lo que empeora los efectos secundarios, produce náuseas, etc.", indican los investigadores. No obstante, los propios seropositivos afirman que "el tratamiento es nuestra primera prioridad. Tomar las medicinas es nuestra vida".
Asimismo, los 'ayudantes' contribuyen a luchar contra el estigma que rodea al sida, ya que se socializan con las personas seropositivas en público y comparten deliberadamente con ellos platos y otros utensilios. Y, por otro lado, cuanto mejor se siente el afectado, gracias a los fármacos, menos se aísla del resto de la sociedad.
En África, seguir la terapia es una cuestión de responsabilidad social, mientras que en los países más desarrollados es algo más individualista, concluyen los autores.