dimecres, 8 d’octubre del 2008

El primer trasplantado de dos brazos ya siente las extremidades como propias


"Indescriptible". El alemán que recibió hace poco más de dos meses el primer trasplante completo y simultáneo de los dos brazos se ha quedado sin palabras al relatar su historia en su primera aparición pública tras la intervención.
"Estoy muy contento de tener de nuevo brazos, después de haber estado sin ellos durante seis años", ha declarado tímidamente Karl Merk, de 54 años, en una conferencia de prensa en Múnich (Alemania).
"No puedo describir la alegría que siento", ha añadido este agricultor de profesión que se sometió el pasado 25 de julio a una operación que duró 15 horas y en la que participó un equipo de 40 especialistas.

Merk ha aclarado que puede realizar ya algunas tareas sencillas por sí solo, como encender y apagar la luz o el televisor.
Según ha manifestado, ya puede mover un poco los brazos y espera poder comer y arreglarse de forma autónoma pronto.
De momento, debe mantener los brazos dentro de una especia de corsé que los sostiene.
Un futuro optimista
Los médicos se muestran optimistas, ya que los nervios están creciendo a un ritmo de un milímetro al día y el paciente ha empezado a notar cierto cosquilleo por debajo de las cicatrices, aunque subrayan que son necesarios al menos dos años antes de poder cantar victoria.
Hace seis años, Merk sufrió la amputación de los dos brazos prácticamente desde el tronco en un accidente de trabajo. Y, después de probar sin éxito las prótesis, el alemán decidió acudir a una clínica de Múnich especialista en cirugía plástica.
"Las prótesis eran muy difíciles de poner, necesitaba alrededor de media hora" y "luego no funcionaban bien", ha explicado el paciente, que tuvo que esperar durante meses a que apareciera el donante idóneo.
La dificultad de la operación "era la combinación de un trasplante de órganos y otro de médula ósea, que está muy presente en los brazos", ha subrayado, Manfred Stangl, responsable del servicio de trasplantes de la Clínica Rechts der Isar, el centro donde se realizó la operación.
Según ha señalado este especialista, no se ha detectado "ninguna reacción inmunológica" tras el trasplante. "El riesgo de rechazo disminuye cada día", ha remarcado.
El paciente, cuyo sistema cardiovascular se resintió tras la operación, pudo abandonar la unidad de cuidados intensivos al cabo de diez días, tal como ha explicado el Christoph Höhnke, quien dirigió la intervención.
Este especialista ha subrayado la fortaleza de Merk, que ahora debe "volver a aprender a tener brazos".
Para conseguirlo, está siguiendo un programa de reeducación intensivo (de unas 40 o 50 horas semanales) que incluye gimnasia, electroterapia y un tratamiento neurocognitivo cuyo objetivo es evitar la degeneración muscular.
Según han subrayado los médicos, el alemán necesitará, además, grandes dosis de paciencia y coraje.
La fase de reeducación durará "probablemente dos años y después podremos decir si la operación ha logrado sus objetivos", ha asegurado Höhnke, que ve con optimismo el que Merk "continúe haciendo progresos y consiga al final su deseo de poder utilizar las manos".
Ante las cámaras, Merk hizo gala de buen estado de ánimo, dijo que para él lo más importante ahora era obtener el alta médica para regresar a su casa, en Allgäu (Baviera), con su esposa y dos hijas, y que su mayor deseo es poder volver a subirse a su motocicleta.