dijous, 26 de juny del 2008

Un estetoscopio para alpinistas


Hasta el mismísimo Himalaya se ha desplazado un grupo de investigadores para demostrar la eficiacia de un prototipo de estetoscopio 'inteligente'. Con este fonendoscopio, los alpinistas pueden registrar el sonido de su corazón y su pulso y enviar los resultados vía satélite a un especialista. Así, podrán saber en todo momento si su salud está en condiciones de afrontar el ascenso.
Félix Gómez de León, investigador de la Facultad de Informática de la Universidad de Murcia y uno de los creadores del dispositivo, forma parte de la expedición que se desplazó a la cordillera asiática. En cada campamento asentado a lo largo de la ruta, realizada en el Broad Peak, el científico murciano tomó distintas mediciones con el fonendo y las envió a España. La experiencia resultó un éxito.

"Hemos perfeccionado el estetoscopio, reforzando los sonidos que el médico puede distinguir con los dispositivos tradicionales. Además, hemos desarrollado un software que permite enviar las señales vía internet o correo electrónico", explica a elmundo.es Gómez de León.
En una carta publicada hace unos meses en la 'Revista Española de Cardiología', él y otros expertos recalcan la importancia de lograr una correcta filtración de los ruidos, sobre todo los asociados a los "fenómenos cardiacos auscultatorios", lo que "podrá incrementar las posibilidades diagnósticas y terapéuticas".
En este mismo documento, los autores, procedentes de la Universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena, explican que la creación de este fonendo puede ser determinante para "el diagnóstico de posibles complicaciones cardiopulmonares inherentes a esta práctica deportiva, y secundarias fundamentalmente a la aparición de hipertensión pulmonar, como consecuencia de la vasconstricción hipóxica del lecho pulmonar".
En la montaña y en la consulta
La montaña sería, por tanto, un lugar propicio para aprovechar la potencialidad de este dispositivo. "En situaciones de aventura y también en las grandes travesías por el mar, la monitorización remota cumple un papel muy importante. El especialista puede dar consejos muy valiosos", declara el citado investigador.
El mal de altura, que se origina por un suministro insuficiente de oxígeno, quedaría evidenciado en estos registros, por ejemplo.
Pero sus creadores no sólo piensan en las situaciones extremas, sino también en las consultas de Atención Primaria. "Además de la información sobre la saturación de la sangre, nos aporta señales sobre posibles patologías cardiacas [...] En los centros sanitarios, estos datos se pueden enviar de forma inmediata al cardiólogo para que decida si el paciente corre algún tipo de riesgo. Por tanto, esta práctica podría aligerar determinadas situaciones", sostiene Félix.
"El dispositivo funciona con pilas y para enviar las señales se necesita disponer, al menos, de un teléfono satélite. En total, no llega a pesar ni 500 gramos, lo que facilita su transporte", matiza.
Y concluye: "Hay que estar allí para hacerse una idea del contraste tan brutal entre los dos escenarios que se estaban desarrollando a cada lado de la línea de comunicación: el Servicio de Cardiología de un Hospital (en Murcia) y en una pequeña tienda a más de 7000 metros en pleno corazón del Karakorum".