divendres, 26 d’octubre del 2007

La resistencia a antibióticos debe abordarse de forma global

Con el objetivo de coordinar esfuerzos frente a las bacterias resistentes a antibióticos y proponer medidas concretas para combatir su avance tuvo lugar en Segovia una reunión internacional de expertos. La idea sobre la que giró el encuentro fue la importancia de abordar este problema desde un punto de vista global, de tal modo que se ha acuñado un nuevo término al respecto y que se ha denominado "ecología de la resistencia antimicrobiana" porque, como explica Bruno González Zorn, director de la reunión e investigador de la Universidad Complutense de Madrid, éste no es un problema exclusivamente médico, veterinario o ambiental, sino que las resistencias antimicrobianas fluyen entre bacterias tanto del medio ambiente como del hombre o de los animales y no pueden estudiarse de forma separada."Llevamos muchos años trabajando así y es un error porque constantemente encontramos mecanismos de resistencia en el hombre que ya se conocían desde hace mucho en el medio ambiente", aseguró. Un buen ejemplo de esto es lo que sucede con la resistencia a aminoglucósidos mediada por metilasas del ARNr 16S, cuya emergencia se está registrando en los últimos años en Europa a pesar de que este mecanismo fue descrito por ecólogos ya en la década de los sesenta. "Ese desconocimiento de lo que ocurre en el medio ambiente ha hecho que la aparición de este problema en hospitales nos haya asustado y, sin embargo, si hubiéramos trabajado conjuntamente antes de que se hubiera dispersado, lo hubiéramos detectado y habríamos tomado las medidas necesarias para que eso no ocurriera. Pero ya está en diversos hospitales europeos y va a ser difícil detenerlo", lamenta. Otra de las medidas propuestas para mejorar su conocimiento fue la importancia de investigar las bacterias comensales del intestino puesto que pueden actuar como reservorios de estos mecanismos de resistencia. "Lo que tenemos hacer es tomar conciencia de que estos mecanismos no están exclusivamente presentes en las bacterias que nos producen la enfermedad, sino que surgen en nuestras bacterias comensales. Probablemente tenemos que identificar allí esos procesos para poder evitar que colonicen nuestro sistema gastrointestinal y que sirvan como donadores a las bacterias patógenas de esos mecanismos de resistencia", concluye el experto.