dimarts, 25 de setembre del 2007

El cerebro de la pedofilia

La pedofilia, o atracción sexual por un niño o una niña, provoca una gran alarma social. Se sabe muy poco acerca de cómo funciona la mente de las personas afectadas por esta enfermedad y qué ocurre para que sientan esta atracción patológica. Un equipo de la Universidad Otto-von-Guericke de Magdeburg, en Alemania, se ha adentrado en el cerebro de los pederastas.
Aunque los datos son muy preliminares, muestran diferencias en la actividad neurológica de los pedófilos comparada con la de sujetos sanos. Estas alteraciones parecen apuntar hacia la existencia de problemas en determinadas áreas del cerebro que están implicadas en el deseo sexual.
Es "el primer paso hacia el establecimiento de la neurobiología de la pedofilia", explica el autor principal del estudio, Georg Northoff. Según este investigador, los resultados "podrían contribuir en un futuro al desarrollo de nuevas y más eficaces terapias" para esta enfermedad.
Para llegar a estas conclusiones Northoff y su equipo observaron mediante una resonancia magnética nuclear funcional la actividad cerebral de 13 pedófilos y 14 sujetos sanos mientras les mostraban imágenes eróticas, emotivas o neutras de adultos. En el estudio, publicado en la revista 'Biological Psychiatry', no se emplearon fotos de menores debido a cuestiones éticas aunque los autores coinciden en la necesidad de hacer ese experimento para obtener más información.
La visión de las fotografías de contenido erótico provoca la activación de determinadas áreas cerebrales implicadas en el deseo sexual. Pero la resonancia detectó un nivel de activación mucho menor en el hipotálamo y en la región dorsal del cerebro medio de los pedófilos.
Esto indica, en opinión de los autores, que estos pacientes son "incapaces de reclutar" las regiones del sistema nervioso autónomo y vegetativo durante la estimulación con elementos, como las fotos mostradas, que despiertan el deseo sexual de los adultos "normales".
Los hallazgos "vienen a confirmar lo que ya se sabía", explica a elmundo.es Francisco Cabello, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología. Otros estudios de imagen e investigaciones acerca de los patrones de erección habían mostrado anomalías neurológicas en los paidófilos. + info El Mundo