dilluns, 14 de maig del 2007

Límites para los antianémicos que reciben los pacientes con cáncer

Un panel de expertos de la agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos (la FDA) ha sentenciado que se requieren más estudios que valoren la seguridad de los fármacos que usualmente se dan para mejorar la anemia de los pacientes oncológicos. Además, sugieren que se pongan más advertencias en los prospectos de estos medicamentos.
Actualmente, existen tres productos en el mercado que generan un aumento de la hemoglobina (la proteína que porta el oxígeno en los glóbulos rojos) y que evitan las transfusiones de sangre. Estos fármacos, Aranesp y Epogen de la farmacéutica Amgen, y Procrit de Johnson & Johnson, están indicados para tratar la anemia en pacientes que reciben quimioterapia para el cáncer y en los que acuden a diálisis por una enfermedad renal.
Desde hace un tiempo se está cuestionando la eficacia de estos fármacos que, sólo en EEUU, se administran a medio millón de personas con cáncer y generan miles de millones de ganancias a las empresas fabricantes. Los resultados de diferentes estudios que relacionan a los antianémicos con un empeoramiento del cáncer, más riesgo de trombosis y una mayor mortalidad han llevado a que un panel de expertos recomienden a la FDA endurecer las advertencias sobre ellos.
Así, los expertos decidieron la pasada semana, por 12 votos a favor y cinco en contra, que se bloquee la administración de estos medicamentos en pacientes con ciertos tipos de cáncer hasta que se sepa más sobre su seguridad. El comité no ha especificado el tipo de tumores, pero, según informa el diario 'The New York Times', varios miembros de este panel han mencionado el cáncer de mama, el cáncer de pulmón de células no pequeñas y el de cabeza y cuello.
El comité también sentenció, por 15 votos a favor y dos en contra, que se debería restringir más estos fármacos en general si permanecen en el mercado, y todos votaron que se precisan más estudios sobre ellos. Dieciséis votos frente a uno concluyeron que los antianémicos deberían dejar de administrarse cuando terminara el ciclo de quimioterapia.
Sin embargo, una decisión que favorece a las compañías farmacéuticas, y que fue tomada por 11 votos a seis, es que no se va a limitar la cifra tope para aumentar la hemoglobina. Los prospectos ahora dicen que la hemoglobina de los pacientes no se debería aumentar más de 12 gramos por decilitro de sangre.
Estas medidas son sobre todo un fuerte golpe para la compañía Amgen, ya que el año pasado casi la mitad de sus ingresos, que ascendieron a 14.300 millones de dólares, fueron gracias a sus antianémicos. Por su parte, Johnson & Johnson tiene una cartera de productos más diversificada y no depende tanto de las ventas de Procrit.
"Creo que ha sido peor de lo que los inversores esperaban", ha declarado al 'The New York Times' Michael Aberman, un analista bursátil de Credit Suisse. De hecho, las acciones de la farmacéutica cayeron ayer más de un 9%.
Los especialistas de la FDA también criticaron ayer a las compañías farmacéuticas por no haber ofrecido los datos a los que se habían comprometido en 2004 cuando un similar panel de expertos revisaron estos productos.
Otro tirón de orejas se dirige a los médicos y al sistema de prescripción estadounidense. El doctor Otis Brawley, un miembro del panel de la Universidad de Emory, ha explicado que algunos médicos recetan más fármacos de este tipo porque reciben dinero si así lo hacen. Y es que en EEUU es legal que las aseguradoras reembolsen a médicos y clínicas el dinero que se gastan al comprar estos fármacos, porque la compañía devuelve esa cantidad. Pero algunos especialistas reciben más dinero de lo que ellos pagan por el medicamento.
El comité de la FDA no ha valorado estos fármacos cuando se emplean en los pacientes que se someten a diálisis. La agencia ha dicho que se realizarán una evaluación sobre este tema de forma separada.
Por su parte, ambas compañías han declarado que colaborarán con la FDA para llevar a cabo sus recomendaciones.