dilluns, 30 d’abril del 2007

El «hágalo usted mismo» se traslada a la asistencia sanitaria

Por qué si somos capaces de montar una cocina o instalar un ordenador siguiendo un folleto, no podemos renunciar a ir al médico para someternos mil y una veces a sencillos controles?
El 'hágalo usted mismo' se está aplicando ya en muchos productos de consumo y los libros de instrucciones toman el relevo al personal de los servicios de atención al cliente. Este cambio no sólo propicia una reducción de costes, sino que, en muchos casos, incrementa la satisfacción del usuario.
Esta nueva política es aplicable al campo de la salud. El autocontrol es ya una realidad en algunas dolencias crónicas que consumen gran parte de la consulta médica y generan hasta el 75% de los gastos sanitarios.
Hoy, gracias a sencillas herramientas y con el entrenamiento idóneo, los diabéticos pueden medirse en casa los niveles de glucosa y ajustarse las dosis de insulina que deben administrarse; los hipertensos pueden automedirse la presión arterial y ahorrarse visitas al médico, y los pacientes que necesitan anticoagulantes como el Sintrom pueden autoanalizar su nivel sanguíneo de plaquetas y modificar la cantidad de medicación que precisan...
Son sólo algunos ejemplos de programas en los que ya participan centenares de pacientes españoles, que han descubierto en ellos grandes ventajas. «Desde que me autocontrolo no he tenido ninguna trombosis ni hemorragia. Yo misma me dosifico el anticoagulante. Pero, además, te permite ser responsable de tu enfermedad. Ahora sé qué alimentos me sientan bien o cuáles son perjudiciales para mi salud», explica Conchita Lisón, de 62 años y portadora de cuatro válvulas cardiacas artificiales, que desde hace cuatro años utiliza un dispositivo con el que periodicamente se autochequea el nivel de plaquetas y modifica su dosis de anticoagulante. Antes acudía a control médico una vez al mes, ahora uno al año.
«Si el paciente participa se cuida mejor. Se siente más autónomo y tiene una percepción más cercana de su enfermedad respecto a aquél que delega en el médico. Además, se reducen las complicaciones y la mortalidad», corrobora Jordi Fontcuberta, jefe de la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Hospital de la Santa Creu i San Pau de Barcelona, que sigue a un grupo de 350 pacientes autocontrolados. + info El Mundo