dilluns, 26 de març del 2007

Los test genéticos para predecir metástasis despegan en España

Se acabó el café para todos. En dos o tres años, el tratamiento tras un diagnóstico de cáncer dependerá de la información genética que oculten las células de una pequeña porción del tumor. En función de ésta, unos pacientes recibirán un fármaco y otro y puede que algunos consigan librarse de la pesada carga de la quimioterapia, si el ADN de su muestra tumoral dice que el riesgo de metástasis es muy remoto.
Esto ya es posible en el caso del cáncer de mama. Hace unas semanas, la agencia americana del medicamento, la FDA, daba sus bendiciones al Mamaprint, un dispositivo que evalúa el pronóstico de esta enfermedad en las mujeres que se han sometido a cirugía e indica el riesgo de sufrir una recaída en función de la actividad de una selección de 70 genes. Varios hospitales españoles han empezado a utilizar esta herramienta para ajustar el tratamiento quimioterápico.