dilluns, 23 de març del 2009

Psoriasis en las uñas, la gran desconocida


Uñas estriadas, frágiles, con malformaciones y manchas amarillentas... Son las señales más comunes de la psoriasis ungueal, una enfermedad cuyo tratamiento, según los especialistas, resulta muy complicado. Ahora, un reciente estudio indica los beneficios de abordar esta afección con dosis bajas de un derivado de la vitamina A: el acitretino.

La psoriasis en las uñas es la gran desconocida, aunque en muchas ocasiones se presenta asociada a la psoriasis y a la artritis psoriásica. Pero también aparece de forma aislada. Puede afectar a una única uña o a todas las de las manos y los pies. En algunos casos puede evolucionar hasta la pérdida completa de la uña. El problema de las terapias actuales es que "conlleva efectos secundarios nada despreciables y no mejoran por completo la enfermedad", afirma Manuel Fernández Lorente, dermatólogo de la Clínica La Luz (Madrid).
"Demostramos que utilizando acitretino en dosis bajas (0.2 y 0.3 ml.), los síntomas de la psoriasis ungueal mejoran en un 46% a las 20 semanas del tratamiento", explican los investigadores de un estudio publicado en 'Archives of Dermatology'. "A los seis meses, el 25% de los participantes (nueve) experimentó una mejoría casi total de la psoriasis ungueal".
Al parecer, se trata de un fármaco seguro que no tiene efectos secundarios graves (aumento del colesterol y los triglicéridos) y, con un seguimiento del especialista, se puede tomar durante muchos años. "Su principal inconveniente es que las mujeres no lo pueden ingerir durante el embarazo ni en los dos años anteriores, ya que produce malformaciones en el feto", explica Manuel Fernández.
Una enfermedad difícil de tratar
Lo interesante de este hallazgo es que supone un importante avance en el abordaje de la psoriasis ungueal, una enfermedad en la que, según los expertos, los tratamientos no siempre funcionan. Por su localización, los agentes locales no llegan en las dosis adecuadas a la matriz, el nacimiento de la uña.
Si a esta deficiencia se suma el hecho de que existe poca información e investigación sobre las alternativas posibles en aquellos pacientes que están afectados por psoriasis ungueal, el resultado es que "en muchos casos, no podemos ofrecerles tratamientos para mejorar la enfermedad", comenta el dermatólogo. Y añade que "así como la psoriasis responde muy bien a los múltiples fármacos relativamente inocuos, la psoriasis ungueal es un quebradero de cabeza para los dermatólogos".
Y lo es porque los fármacos que en la actualidad se indican suelen tener efectos secundarios considerables. "Cuando la afectación de las uñas es muy severa e incapacitante nos vemos obligados a emplear inmunosupresores como la ciclosporina, que puede conllevar hipertensión y toxicidad renal, o metotrexato, que supone riesgo de toxicidad hepática. Además, por tratarse de inmunosupresores, el paciente está más expuesto a enfermedades infecciosas", expone el doctor Fernández.
También se utilizan terapias biológicas, "pero sus efectos secundarios sobre el sistema inmune (mayor predisposición a las infecciones), deben tenerse en cuenta", advierte el especialista. Además, estos medicamentos no consiguen que la patología mejore completamente y cuando el tratamiento se interrumpe las lesiones aparecen de nuevo (este tipo de medicación no puede prolongarse en el tiempo). Por estas razones, es necesario investigar en este campo, para que los expertos puedan ofrecer terapias realmente eficaces y seguras.
Sin efectos secundarios graves
El equipo investigador del departamento de Dermatología de la Universidad de Bolonia (Italia) se centró en 36 personas (la mayoría hombres y con una edad media de 41 años) con psoriasis ungueal, a las que trató con dosis bajas de acitretino durante seis meses. "Al ser cantidades bajas, están prácticamente exentas de efectos secundarios, excepto el relacionado con su condición teratogénica (malformación del feto)", expone el especialista.
Así lo confirman los investigadores. "Estas dosis se toleran bien. Ninguno de nuestros pacientes experimentó efectos secundarios como la paroniquia (infección de la piel superficial que se presenta alrededor de las uñas) durante el tratamiento". Sólo un paciente sufrió múltiples granulomas piógenos (lesiones en la piel que sangran con facilidad) y una sequedad extrema de la piel que rodea a las uñas.
Ninguno de los pacientes tenía psoriasis ni artritis psoriásica, sólo presentaban la enfermedad en las uñas. No habían recibido tratamiento sistémico previamente y no utilizaron agentes tópicos durante el estudio, tales como los esteroides, calcipotriol y tazaroteno. Los autores del trabajo realizaron una evaluación clínica cada dos meses para comprobar la satisfacción de los pacientes y su tolerabilidad.
Una vez observados los resultados de su investigación, los autores insisten en que la administración en dosis bajas de acitretino debería considerarse en el difícil tratamiento de la psoriasis ungueal.