dilluns, 22 d’octubre del 2007

Sanidad usará terapias con células madre aún en ensayo

El ministro de Sanidad y Consumo quiere poner cerco a enfermedades para las que, a día de hoy, no existen instrumentos con los que atajarlas con eficacia. Cardiopatías, diabetes, esclerosis, lesiones medulares... En total, Bernat Soria ha puesto en la diana 12 patologías, a las que podrían añadirse otras en un futuro muy próximo. El responsable de la Sanidad española confía en que la medicina regenerativa -gran parte de la cual esta asociada a las células madre- sirva de ariete para resquebrajar la voracidad de patologías como el trasplante de islotes pancreáticos, complicaciones de la diabetes, cardiopatías, esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, regeneración de piel, enfermedad de injerto contra huésped, enfermedad de Crohn, regeneración de hueso y cartílago, lesiones medulares, regeneración hepática y distrofias musculares. Filtros éticos y legales Aprobado ayer en el Consejo de Ministros, el plan incluirá ensayos clínicos con pacientes, y para ello se destinará una partida de 21 millones de euros. Para que en el futuro se añadan otras patologías, los grupos de investigación encargados deberán presentar propuestas con suficiente base experimental, sometidas a filtros éticos y al rigor de la legislación actual. Sobre este tipo de tratamientos, Soria aseguró que se trata de un «campo que está creciendo» y que hay muchas esperanzas puestas para el tratamiento de «patologías para las que no hay alternativas». Recordó que estas enfermedades no tienen otra salida más que la muerte y que a pesar de que «todos tenemos fecha de caducidad», existen enfermedades que ya la tienen fijada. Por ello, afirmó que no estaba dispuesto a «esperar», comprometiéndose a traer a nuestro país cuanto antes aquellos tratamientos que hayan echado a andar en el resto de Europa: «Si algo tenía que llegar a España en el 2012, lo hará en el 2008». La lucha contra el cáncer es otro de los pilares de la iniciativa del Gobierno, y Soria se ha comprometido a que los pacientes puedan ser tratados con los instrumentos de investigaciones en marcha. Aseguró que aunque en el 50 por ciento de los casos se consigue devolver la salud al paciente, la otra mitad evoluciona de forma «dramática». Y es que, según él, los enfermos de este mal no tienen tiempo suficiente para esperar a que «acaben los ensayos clínicos antes de aprobarlos» en los que se esté trabajando en nuestro país o en el resto de la UE. Por todo ello, el Consejo de Ministros dio el visto bueno a la denominada «Estrategia Nacional para la Transmisión Acelerada de los Avances Científicos a los Pacientes con Cáncer». Esto implicará acometer el año que viene varios programas específicos, entre los que pueden destacarse un programa de ensayos clínicos en fases iniciales de diferentes tratamientos moleculares contra la enfermedad, un programa basado en el análisis de muestras de pacientes y un programa específico de formación en investigación clínica y transnacional aplicado al cáncer y dirigido a jóvenes investigadores de diferentes campos de especialización. Esta tarea contará con una financiación de más de 30 millones de euros del Gobierno, a la que podría sumarse otra de 60 procedentes de comunidades autónomas, fundaciones e incluso de empresas privadas. Por otra parte, el ministro de Sanidad hizo también referencia a la creación del Comité de Bioética de España. Aseguró que se nombrará con el consenso de las comunidades autónomas y descartó dar nombres «antes de tres meses», previo paso por el Consejo Interterritorial. En cualquier caso, este organismo tendrá un papel fundamental a la hora de decidir sobre aspectos controvertidos, como es el caso de la eutanasia: «Ayudará a tomar decisiones en las que, por encima o al margen de creencias e ideologías, pensamos en los ciudadanos». Aunque recordó que ha «defendido el derecho a una muerte digna», destacó que «el suicidio asistido no es una tema del Ministerio de Sanidad, sino del de Justicia». Sin embargo, aprovechó la ocasión para recordar que «a medida que avanzan las tecnologías médicas se presentan situaciones nuevas que no están necesariamente previstas por la ley». Es en estos casos en los que tendrá sentido la figura de este Comité de Bioética.