divendres, 26 de gener del 2007

Los pacientes con un tipo de daño cerebral dejan de fumar con facilidad


Una zona cerebral relacionada con las emociones, llamada ínsula, podría estar vinculada con la adicción al tabaco. Los autores de un nuevo trabajo señalan que los fumadores que tienen dañada esta región del cerebro dejan el cigarrillo de forma fácil y rápida y sin ganas de volver a consumir.
La idea de esta posible relación nació del caso concreto de un paciente, explica el ensayo aparecido en la revista 'Science'. Este hombre sufrió un infarto cerebral que dañó la ínsula. A partir de entonces, como él mismo señaló, su "cuerpo perdió las ganas de fumar" y dejó los 40 pitillos que acostumbraba a encender cada día.
A partir de este caso, los expertos, procedentes, entre otros, de la Universidad de California del Sur (EEUU), decidieron analizar a 69 pacientes que habían sufrido una lesión cerebral. Todos ellos habían sido fumadores de por lo menos cinco cigarrillos diarios durante dos años y 19 de tenían dañada la ínsula.
Según la investigación, esta parte cerebral parece que traduce determinadas señales en impulsos que se sienten subjetivamente, como la necesidad de consumir una droga. "Se ha propuesto que funciona en los sentimientos emocionales conscientes", apunta el documento. + INFO