Los fallecimientos por sarampión cayeron un 74% entre 2000 y 2007, continuando una tendencia descendente, según datos anunciados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses (CDC en sus siglas en inglés) y otras organizaciones sanitarias.
La causa de este descenso, que ha fijado la media de fallecimientos anuales por este trastorno en unos 200.000, se debe fundamentalmente a las campañas de vacunación, gracias a las cuales se han conseguido importantísimos progresos en África y países asiáticos como Afganistán y Paquistán, donde las muertes por sarampión se redujeron en un 90%.
El sureste asiático es a día de hoy el lugar del mundo donde tiene lugar el mayor número de fallecimientos a causa de la enfermedad. Este trastorno ha sido tradicionalmente una causa importante de muerte infantil en todo el mundo y aún sigue matando a más de 500 menores al día. Pero las autoridades sanitarias creen que se han evitado unos 11 millones de fallecimientos.
La importancia de las vacunas
El sarampión es una enfermedad respiratoria que se propaga por la exposición a la tos y estornudos de las personas contagiadas. Los síntomas incluyen sarpullidos, fiebre, tos, congestión nasal y enrojecimiento de los ojos. Algunas personas también desarrollan infecciones de oído, diarrea, infección pulmonar o inflamación cerebral.
La OMS y el CDC han trabajado con las autoridades de los países pobres para aumentar la administración de una vacuna que contrarresta la enfermedad y que ha estado disponible desde 1963.
Julie Gerberding, directora del CDC, consideró "notable" la disminución de muertes por sarampión. "Desafortunadamente, no es suficiente para los 554 niños que, en promedio, mueren cada día por esta enfermedad que puede prevenirse", añadió la funcionaria en conferencia de prensa. "Muchos niños siguen estando en riesgo de contraerla".
En algunos países desarrollados, como Estados Unidos, ha habido un repunte de los casos de sarampión. Este año se registró en el país norteamericano la cifra más alta de afectados, 130 de los cuales fallecieron por esta causa. La mitad de los contagiados fueron niños cuyos padres rechazaron la vacunación.
La Cruz Roja de EEUU, que participa en la iniciativa contra el sarampión, pide que se administre la vacuna a todos los niños antes de que cumplan un año, y que se ponga una segunda dosis entre los 18 y 24 meses.
La causa de este descenso, que ha fijado la media de fallecimientos anuales por este trastorno en unos 200.000, se debe fundamentalmente a las campañas de vacunación, gracias a las cuales se han conseguido importantísimos progresos en África y países asiáticos como Afganistán y Paquistán, donde las muertes por sarampión se redujeron en un 90%.
El sureste asiático es a día de hoy el lugar del mundo donde tiene lugar el mayor número de fallecimientos a causa de la enfermedad. Este trastorno ha sido tradicionalmente una causa importante de muerte infantil en todo el mundo y aún sigue matando a más de 500 menores al día. Pero las autoridades sanitarias creen que se han evitado unos 11 millones de fallecimientos.
La importancia de las vacunas
El sarampión es una enfermedad respiratoria que se propaga por la exposición a la tos y estornudos de las personas contagiadas. Los síntomas incluyen sarpullidos, fiebre, tos, congestión nasal y enrojecimiento de los ojos. Algunas personas también desarrollan infecciones de oído, diarrea, infección pulmonar o inflamación cerebral.
La OMS y el CDC han trabajado con las autoridades de los países pobres para aumentar la administración de una vacuna que contrarresta la enfermedad y que ha estado disponible desde 1963.
Julie Gerberding, directora del CDC, consideró "notable" la disminución de muertes por sarampión. "Desafortunadamente, no es suficiente para los 554 niños que, en promedio, mueren cada día por esta enfermedad que puede prevenirse", añadió la funcionaria en conferencia de prensa. "Muchos niños siguen estando en riesgo de contraerla".
En algunos países desarrollados, como Estados Unidos, ha habido un repunte de los casos de sarampión. Este año se registró en el país norteamericano la cifra más alta de afectados, 130 de los cuales fallecieron por esta causa. La mitad de los contagiados fueron niños cuyos padres rechazaron la vacunación.
La Cruz Roja de EEUU, que participa en la iniciativa contra el sarampión, pide que se administre la vacuna a todos los niños antes de que cumplan un año, y que se ponga una segunda dosis entre los 18 y 24 meses.
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